Sunday, 23 March 2014

Corto 9




Nico se quedó sentado en el otro costado del sillón, sin poder sacar la mirada de Lali, que de repente se alejó un poco de Vico solo para deshacerse de su remera y de la de él. El rubio, sin poder contenerse, dejó que una de sus manos se deslizaran hasta su pantalón, sintiendo como su miembro empezaba a tomar forma por la calentura que le daba viendo a su amigo cogiendose a esa nena divina.
Lali acariciaba la espalda del morocho mientras seguía besándolo con fiereza. Vico aprovechaba el abrazo intenso para deslizar sus manos sobre su sostén y bajarlo. Así logró que sus dedos empezaran a pellizcar sus pezones, mientras sus labios se trasladaban al cuello descubierto de la morocha.
- Ayyy siiii  Vicooo, seguí
Vico no se hizo esperar. Sus besos terminaron de cubrir su cuello y fueron bajando con fiereza, hasta llegar a sus pechos, donde se dedico a chuparlos y morderlos, lleno de deseo, mientras la morocha no paraba de gemir.
Nico ya estaba con la pija afuera, pajeándose cada vez mas rápido. Entre suspiros, Lali lo vio y sonrió, haciéndole señas para que se acercara. El rubio se acercó y Lali le dijo algo al oído.
Luego se paró, deslizando su ropa interior y dejándose solo la mini de jean que llevaba. Desabrochó los pantalones de Vico, arrodillándose a su lado en el sillón, de costado, y se metió su pija en la boca. El morocho ejercía presión, tomándola del cabello, para que cada vez entrara más adentro de la boca de la chica, que la chupaba mientras lo miraba con su mejor cara de puta. Mientras tanto, Nico, como le había pedido Lali, empezó a manosear la colita de la morocha, levantándole la falda. La tocó, mientras le metía los dedos y le pasaba la lengüita, lubricándola para poder penetrarla.
Sin poder más, se terminó de sacar los jeans y empezó a rozar su pija la cola de la chica.
- Ay, siiiiii Laliiii- gritaba Vico. – Ahhh que buena que sos, nena!!! chupamelaa!!! no pareeesss!!!!
- Ahhhhhhhhhhhh- gritó Lali cuando sintió que la pija del rubio entraba en su colita.- Pero no pudo seguir gritando porque Vico se hizo que su boca volviera a encargarse de su pija.
Cuando sintió que estaba por acabar, la dejó gritar en paz.
- Ayyyyyy siiiii mas adentroooo Nicooooo!!!- gritaba Lali, moviendose como una loca al sentir semejante pija en su interior. Nico siguió con los vaivenes, cada vez mas fuertes, hasta que sintió que estaba por acabar.
- Ya llego, preciosa!!!! ahhhhhhhhhhhhhh- gimió mientras le llenaba el culito de leche.
Lali, todavía con la respiración agitada y una sonrisa llena de placer, se paró y le dio un beso apasionado al rubio, que la abrazaba con fuerza contra su cuerpo. Luego la chica se separó y, con una sonrisa, se dirigió a Vico, colgandose de su cuello y arañando su espalda, llena de deseo.
Vico le hizo señas a Nico y fueron los tres a la habitación, Lali todavía colgada del chico. Una vez allí, Vico se sentó sobre el borde de la cama, con Lali sobre él. Dejó que ella frotara su conchita sobre su pija, completamente parada.
- Ahhhhhhh como me gustas, pendejaaaaa- murmuraba mientras besaba su cuello y la abrazaba, sintiendo que su cuerpo no aguantaba más. Quería sentirla dentro suyo.
Tomó su pija y lo puso en la entrada de la conchita mojadita de la chica.
- ¿Querés que te la meta, mi amor? eh! queres, putita???
- Siiiiiiiii Vicooooo– gritó ella, antes de levantarse sobre sus rodillas y dejarse caer de una en la pija de Vico, pegando saltos como loca mientras sentía que su cuerpo estallaba.
- Ahhhhhh siiiii mi vida no pareeees- gritaba Vico, con la respiración agitada.
Lali lo empujó, logrando que cayera sobre la cama, y se recostó sobre él, sosteniéndose con los brazos a cada lado del chico, mientras seguía cabalgado desenfrenadamente sobre él.
- Ahhhhhhh siiii como me gustas Vicooooo– murmuraba entre gemidos.
Vico volvió a pararse y, de un solo movimiento, logró que ella quedara abajo, recostada, mientras él, de rodillas, seguí cogiendola.
Nico aprovechó la posición en que se encontraban, deslizó una de sus rodillas sobre el pecho de la jóven y dejó su pija adelante, para que pudiera chuparla, mientras Vico gemía de placer, a punto de llegar al clímax.
Lali sonrió, completamente agitada, y se metió la pija del rubio en la boca, atragantandose con el movimiento, mientras disfrutaba del trabajo que estaba haciendo Vico con ella.
- Ahhhhhhh voy a acabaaaar Laliiiiiii- advirtió antes de sentir que los dos lo hacían al mismo tiempo. Apenas el morocho se salió del interior de Lali, Nico no perdió el tiempo. Se puso en la posición que primero había probado Vico y besó a la chica, sentandola sobre él.
- ¿Estas muuuy caliente, puta?- murmuró en su oído.
Ella asintió con una sonrisa.
- ¿Nos bancas a los dos? ¿Te animas a que te la metamos los dos a la vez, linda?
- Siiiii – contestó ella, poniendo voz de nenita.- Siiii los quiero a los dos adentro.
Nico sonrió y dejó que ella se sentara sobre él. Se recostó en la cama mientras ella, cada vez mas agitada, cabalgaba en cuatro sobre él.
Vico, mientras, empezó a tocar su colita. Hizo una señal y la morocha aminoró el ritmo, dejando que Vico entrara en su colita.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh-, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii! mmmmmmmmmmmmmmmmmmm -  gimió al sentir a los dos adentro. Luego se tomaron unos segundos para sincronizar los movimientos, y siguieron con los vaivenes, cada vez mas acelerados, mientras ella se dividía entre el dolor y el placer extremo que le estaban dando esos dos chicos.
- Ahhhhhhhhhh siiiiii no parennnn!!! ahhhhhhhhhhhhhhhh me encanta!!!!! mas fuerte!!!! maaaaaaasssssssssssss!!!!! aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhh!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! siiiiiiiiiiiiiiii!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! maaaaaaaaaaaaaaaaassssssssssssssssssssssssssssssss!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! 
Los chicos seguían aumentando la velocidad, calentandose con los gritos que daba la morocha. Cuando sintieron que estaban por acabar, salieron de ella y la hicieron arrodillarse en el piso. Ella sonrió y empezó a pajear y chupar la pija de cada uno, hasta que los dos acabaron en su carita.

Corto 8


Hoy os voy a contar con lo que SUEÑO.


Mis ojos se cierran, no aguanto, me muero de sueño… siento que voy flotando en una nube, que extraño, con lo despejada que estaba…
Abro los ojos, todo a mí alrededor es borroso, quiero moverme pero no puedo, noto que mis manos están atadas y mis piernas suspendidas y abiertas a la vez, solo alcanzo a observar mis pies. Trato de girar el cuello, para ver donde me encuentro, pero también lo tengo inmovilizado.
Escucho tu voz, siento como te acercas, estas parado al lado mío, mirándome desde arriba, desnudo y con una sonrisa picara. Intento hablar y me doy cuenta que mi boca esta amordazada, solo salen unos sonidos de mi garganta, inaudibles.
Me dices mientras me acaricias mis pechos,
PETER: Quiero que disfrutes y me dejes llevarte al mas allá! Confía! Es tu sueño, tu fantasía y yo tengo el poder de realizarlos, para ti.¨
No entiendo nada, lo miro sorprendida… se detiene en mis pezones y pellizca entre sus dedos, mis tetas se sienten adoloridas, mis pezones se endurecen, y me colocas unas pinzas… uhmmm
PETER: ¿Te gusta? Esto es lo que me pedías a gritos, eres una niña mala!! Y por eso te castigare...
Me quede perpleja, castigada ¿por que? vi. como sacabas el cinturón de tus pantalones que yacían en el suelo, y lo doblabas en dos, te colocaste delante de mis piernas, estas al estar alzadas tenia mi culo sin apoyo, libre para ti… sin hacerme esperar mucho levantaste tu mano y sentí como el cinturón chocaba en mis nalgas, sentía mucho picor y luego como me quemabas las piel, estaba ardiendo… 1, 2 3,4 y mis lagrimas brotaban acariciándome las mejillas, ahogándose en mi cuello… 5, 6, 7, 8…. No se cuanto mas conté… Te detuviste para tocar mi coño, y efectivamente como tu sabias, estaba empapada…
Peter: Te gusta Guarraaaaaa!!!
Silbaste y escuche pasos que venían hacia mí. Era Atila, tu perro, un Doberman negro, de esos que dan miedo… ¿serás el diablo?
Hiciste un ademán y Atila se acerco y me lamió la cara y el cuello, limpio las lagrimas de mi piel… acto seguido se dirigió a mi coño, su morro se introducía, olisqueaba y lamía, suave y deprisa, como si quisiese coger algo de adentro, sus dientes eran afilados, rozaban mi clítoris… era una mezcla de placer y preocupación, Atila me lamía las ingles y bajaba por mi ano.
Me encontraba muy mojada y excitada... Tu me mirabas lascivamente… diste una instrucción al perro y lo separaste, introdujiste dos dedos en mi coño, el cual estaba empapado, lo sacaste y bajaste hacia mi ano, estaba igual, metiste un dedo, pero seguía estrecha... Sacaste un dildo enorme en forma de cono, con una punta mas estrecha que iba agrandándose hasta el otro extremo, con relieve incorporado… con pequeñas bolitas…
Escupiste en mi ano… empujaste la punta del dildo mas delgada hacia mi ano, apenas 3 cms estaban adentro y me moría de dolor, me retorcía, quería que me lo sacases… al ver que te costaba me diste 3 nalgadas con la palma de la mano abierta, y después me pellizcaste el clítoris… uhmmm
Con fuerza una vez mas empujaste y me lo metiste de golpe, me estabas reventado en culo, con ritmo frenético empezaste a moverlo, de adentro hacia fuera… te detuviste y lo dejaste con el vibrador encendido.
Atila volvió a lamerme, se puso en dos patas, con las delanteras abrazo mis caderas y empezó a descargar su pinga contra mi coño, no atinaba a introducirlo, sus pezuñas se clavaban en mi piel, finalmente accedió y su polla se crecía cada vez mas en mi interior, sus bolas chocaban con el dildo que en mi ano yacía, su ritmo se aceleraba cada vez mas, sus embestidas me estaban poniendo muy mala…
Te diste cuenta y me quitaste la mordaza de la boca, te sentaste encima mío, cerca de mi cara, arrodillado, ofreciéndome tu polla, jalaste de mi pelo y no tuve tiempo mas que de engullirla, la tenias dura, y me tocabas la garganta, me estabas follando y se me dificultaba respirar, estaba totalmente usada por ti y eso me ponía aun mas cachonda. Tu polla comenzaba a bombear, la sacaste y te corriente en mi cara y me pediste que te chupara el capullo, mientras mi lengua acariciaba tu piel rosadita, tu me restregabas tu leche por mi cara…
Te diste la vuelta y tu culo quedo cerca de mi cara, quitaste las pinzas de los pezones, uhmmm que daño y mientras el perro me follaba tu tocabas mi clítoris... Uhmmm que divino… siento q me corro, ahhhh uhmmm
Atila también esta a punto, siento su pinga como se mueve en mi coño ohhh ahhh me corroooo ufffff una explosión dentro de mi cuerpo, tengo espasmos, uno detrás de otro… Atila descansa, su polla va desvaneciendo, todo esta tranquilo, un silencio inunda la habitación, tengo una sensación de placer, cierro mis ojos y una nube embarga mi cuerpo y me transporta en un calido sueño...